CELEBRACIÓN DE LAS INFANCIAS LIBRES
Celebramos aportando un pequeño momento de construcción de infancias libres, donde cada niña y niño pueda vivirse y experimentarse en un espacio amoroso que incentive la búsqueda e interrogaciones como sujetos comunitarios.
La invitación es a reencontrarse con la propia subjetividad compartiendo en familia y comunidad, aprehendiendo sobre nuestros paisajes a través del juego, la exploración y la creación.
Los y las esperamos!!
P/D: es importante asistir con puntualidad y ropa cómoda que pueda ensuciarse.
Demás está decir: ¡muchas ganas de jugar!
OBJETIVOS DE LA PROPUESTA
Intencionamos la exploración y resignificación de materiales de nuestra geografía litoraleña a través de dispositivos lúdicos. La propuesta busca potenciar la convivencia material y simbólica en una jornada a donde cada niño y niña pueda reencontrarse y reconocerse en comunidad, valorando las propias subjetividades y la potencialidad de nuestro paisaje.
Proponemos así, una jornada experimental lúdica con materiales de nuestro paisaje litoraleño, con la intención de mejorar los vínculos colectivos de nuestros días. Cada subjetividad se expresa situadamente para poder encontrarse con las demás y saberse en conjunto. Los distintos dispositivos fueron pensados para poder aprehender y valorizar los materiales orgánicos que nos rodean.
Celebramos y nos abocamos a la construcción de infancias libres donde cada niña y niño pueda vivirse y experimentarse en un espacio amoroso que incentive la búsqueda e interrogaciones como sujetos comunitarios.
SOBRE LA JORNADA
La jornada se extenderá a lo largo de 3hs el día Viernes 30 de Agosto de 17 a 20hs. en el Hall central del Colegio de Arquitectos.
Contempla la diversidad de edades y apuesta desde una metodología lúdica, a compartir una tarde de exploración, experimentación y creación.
Recibiremos a los niños y niñas con una juego comunitario llamado “ISLA”, una reformulación del tradicional juego de “las sillas” a donde, en lugar de excluir a los participantes busca garantizar su inclusión en un espacio cada vez más reducido.
Luego, repartiremos unas ramitas señaladas con distintos colores para separarnos momentáneamente en 3 grupos. Cada uno de ellos, con un coordinador, experimentará sobre la fragilidad de los equilibrios y la convivencia de sus representaciones. Para esto, le entregaremos pedacitos de arcilla con las que compondrán pequeñas esferas que, sobre un soporte estable, montaremos estructuras, “universos”, “redes” a donde todos y cada uno estarán interconectados. Una vez concluidas estas “esculturas” las contemplaremos colectivamente y presentaremos la segunda propuesta.
Dispondremos de dos cajas de exploración-adivinación, con la arena como contenedor de distintas materialidades orgánicas: hojas de árboles, piedras, ramas, paja, plumas, semillas. Los coordinadores iremos cambiándolos a medida que los niños y las niñas vayan reconociéndolos. Habrá una mesa, a dónde estos elementos estarán expuestos para que puedan armarse de un “kit” para la actividad siguiente. La misma consistirá en que, reunidos en ronda o pequeños grupos, puedan habitar “micro espacios” personales delimitados en estructuras cúbicas previamente realizadas por nosotros. Allí, propondremos habitarlo: armando pequeños muñecos, interviniéndolos, construyéndolos.
Tanto la primera propuesta, como la segunda, será insumo que posteriormente podrá ser expuesto y apreciado en sí mismo como desde el registro fotográfico previsto.
Valorizando el encuentro ritual en torno a la “comida” y bajo la consigna de “merienda saludable” nos dispondremos en ronda: beberemos licuados y comeremos ricas tortas. Entre todos elegiremos a gusto y “piachere” entre una serie de frutas y semillas, batiremos y serviremos, compartiremos. También, degustaremos tortas de zanahoria, manzana y mandarina recubiertas en chocolate. Será un gran “banquete” en el que también podrán participar –al igual que en todas las actividades previstas- los padres, las madres, los abuelos y abuelas de los participantes.
Concluida la merienda, la propuesta de cara al cierre de la jornada será poner “manos a la obra” “manos en la maza”, materializar la exploración y experimentación de las actividades previas. Para ello contaremos con “modelos” de cacharros, alhajas, escudos, centros de mesa, tocados. Cada niño y niña podrá elegir libremente sobre qué propuesta desplegar su propia creatividad. La arcilla será el material soporte que resignificaremos e intervendremos con hojas, semillas, plumas, ramitas, hilos, pajas. Todo lo realizado en esta instancia podrá ser llevado a sus casas, obsequiado e incluso intercambiado entre ellos.
Paralelamente, y para quienes lo gusten, jugaremos a recrear paisajes y crear historias con todos los materiales orgánicos sobre un retroproyector.
Las propuestas serán incentivadas por 3 coordinadores y registradas fotográficamente por una profesional.
La invitación es a reencontrarse con la propia subjetividad compartiendo en familia y comunidad, aprehendiendo sobre nuestros paisajes a través del juego, la exploración y la creación.
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