24 de marzo: Memoria, VERDAD Y JUSTICIA

El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 no fue la única interrupción del orden democrático y usurpación del gobierno en la historia de la Argentina, pero la dictadura que se inició en 1976 se caracterizó por un período que dejó como marca el secuestro, la tortura, el robo de bebés y la muerte de argentinos que pensaban diferente a los que sostenían el poder en aquel entonces. Una página muy oscura de la Argentina, con miles de desaparecidos miles de exiliados y un creciente terrorismo de Estado que se infiltró en cada rincón de nuestro país. 
El régimen militar puso en marcha una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas: políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de someter a la población mediante el terror de Estado para instaurar terror en la población y así imponer el “orden”, sin ninguna voz disidente. Se instaló un proceso autoritario y sangriento. Estudiantes, sindicalistas, intelectuales, profesionales y otros fueron secuestrados, asesinados y “desaparecieron”. Mientras tanto, mucha gente se exilió o la exiliaron.
Se desarrolló un proyecto planificado, dirigido a destruir toda forma de participación popular y que posibilitó la imposición de un modelo de país autoritario, económicamente regresivo y socialmente injusto requerido por los centros de poder internacional y los grupos económicos concentrados.

El objetivo de eliminar al activismo social, desmantelar la organización popular, disciplinar a la sociedad y vaciarla hasta de su propia memoria, requirió poner a la totalidad de las instituciones del Estado al servicio del terror.

El recuerdo del 24 de marzo a 41 años del golpe militar, representa también la defensa de los Derechos Humanos, de la Memoria, Verdad y Justicia y la exigencia imperativa del Nunca Más, que no pierdan la vida miles de argentinos y argentinas que luchan por un mundo mejor, un mundo con mayor justicia, igualdad social y solidaridad, que no esté basado en la explotación y opresión social del Pueblo y la presencia de privilegios para algunos sectores, en desmedro de los derechos inalienables de la mayoría. 
 
Arq. Marta E. Ruarte
Pte. CAPSF